Averías en moto: cómo evitarlas

Quienes tienen una moto saben que, pese a cumplir con las revisiones oportunas, hay algunas averías que son más frecuentes que otras y, por esta razón, siempre conviene estar preparado.

Para empezar, antes de realizar un viaje largo siempre hay que pasar por un taller. Además, se hace imprescindible contar con un buen seguro de moto. Como en el mercado hay muchas opciones para esto, una buena idea para elegir el adecuado es calcular el seguro de moto de forma online.

Para hacerlo, se requerirán una serie de datos básicos: el modelo de la moto y su versión; cada cuánto se emplea y para qué; cuándo se obtuvo el carnet de conducir y qué seguro se tiene en ese momento. Con esto y un breve formulario se podrá contar con un presupuesto en apenas unos minutos. A fin de cuentas, tener un seguro es la mejor manera de poder estar tranquilos cuando se está en la carretera.

Cosas que pueden fallar en la carretera

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  • La bomba de inyección. Si ésta funciona mal se acabarán por producir fallos en la aceleración y en el mismo motor, lo que acarrea muchos más problemas y presupuestos más elevados. La  alternativa para evitarlo, es prestar atención a las señales de fallo y, a la más mínima señal, pasar por el mecánico para poner medidas.
  • El embrague. Será una de las piezas que más averías cause. Resulta imprescindible porque, si no está en buen estado, se pierde potencia y se vuelve mucho más complicado el cambiar de marcha. Tan sólo hay que estar atentos al aceite y sustituirlo siguiendo las indicaciones del fabricante. Aprender a usar el embrague de forma suave también ayudará a que se alargue en el tiempo.
  • Nivel de líquidos. Nos referimos al refrigerante, lubricante o líquido de suspensión. Todos son imprescindibles para el buen funcionamiento de la moto, por lo que hay que tenerlos muy en cuenta. Controlar, de vez en cuando, que todos están en los niveles que deben. Por supuesto, si se observa que hay pérdidas, habrá que pasar por el taller.
  • El regulador de voltaje. Éste es el encargado de convertir la corriente alterna para conseguir que llegue a los diferentes sistemas (encendido, alumbrado, cuadro de mandos) con la tensión adecuada. A la mínima señal de que algo falla, hay que pasar por el mecánico para que lo revise.
  • La centralita electrónica. Si se tienen problemas con ella puede suponer una de las reparaciones más costosas. Por ello, es aconsejable que se tomen precauciones para que el agua no alcance el cableado ni la misma centralita. Así se evita que se pueda dañar. Si se nota que cuesta arrancar, se producen pequeñas explosiones o el ralentí oscila, suele ser señal de un problema con la centralita.

Fuente: lavozdelanzarote.com

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